La manteca de karité pura se extrae de la fruta del árbol del karité que crece sólo en estado salvaje en las sabanas de África Occidental.
De color amarillento pálido y olor característico, la manteca de karité es una de las grasas vegetales más usadas y apreciadas en cosmética por sus múltiples usos.
- Se funde en contacto con la piel y se absorbe rápidamente, sin dejar residuos grasos.
- Es muy útil para reducir la aparición de líneas finas, cicatrices y estrías, y para aliviar una gran variedad de irritaciones de la piel, tales como psoriasis, eczema y quemaduras del sol.
- Las cualidades curativas de la Manteca de Karité se deben a la presencia de varios ácidos grasos y esteroles vegetales, ácidos oleico, esteárico, palmítico y linolénico.
- Regenera, hidrata y nutre la piel en profundidad, restaurando su elasticidad. Suaviza y calma la piel gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
- Protege de las radiaciones solares, debido a la presencia de karitene, Vitamina A y alcoholes terpénicos que absorben los rayos UV y mejora la actividad de los protectores solares.
- Se puede usar en pieles grasas ya que no engrasa la piel ni tapona los poros.
- Para pieles irritadas combina bien con los aceites esenciales de lavanda, manzanilla y ciprés.
- Para pieles sensibles combina bien con el aceite de caléndula.
Aplicaciones
- Cremas hidratantes y nutritivas
- Cremas corporales
- Cremas de manos
- Protector solar
- Crema aftersun
- Crema post depilatoria
- Cremas y lociones antiestrías
- Bálsamos labiales
- Barras de labios
- Manteca de masaje
- Mascarilla para cabellos castigados
- Champús
- Jabones de sosa
Precauciones
- Guardar en lugar fresco y seco en envase bien cerrado y al abrigo de la luz.
- Uso exclusivamente cosmético.
- Si siente molestias al aplicarlo, enjuagar con abundante agua.